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Whitney Museum

© Whitney Museum

En un viaje a Nueva York, grandes museos como el Metropolitan Museum of Art, el MoMA y el Guggenheim suelen encabezar la lista de visitas obligadas. Sin embargo, hay otro lugar que merece toda su atención: el Whitney Museum of American Art. A menudo pasado por alto por los turistas, este museo del moderno Meatpacking District representa una inmersión única en el arte contemporáneo estadounidense. Es la oportunidad perfecta para conocer a artistas menos conocidos en Europa, mientras admira la extraordinaria arquitectura diseñada por Renzo Piano. En un edificio de diseño futurista que no pasa desapercibido, el Whitney ofrece una experiencia completa que va mucho más allá de una simple visita a un museo.

La historia del Whitney Museum

La artista y mecenas del Whitney Museum

Gertrude Vanderbilt Whitney era una escultora de relativo renombre y una coleccionista bien informada. Muy pronto se convirtió en mecenas de las artes, sobre todo al abrir el Whitney Studio Club (1918), un espacio cultural con sede en Nueva York donde expuso las obras de artistas estadounidenses vanguardistas y totalmente desconocidos.

Ayudada por Juliana Reiser, Whitney coleccionó casi 700 obras de arte estadounidense. En 1929, decidió donarlas al Metropolitan Museum of Art, que las rechazó. Al mismo tiempo, Whitney se dio cuenta de que el recién inaugurado Modern Museum of Art (MoMA) se estaba centrando en el arte moderno procedente de Europa.

Decidió crear su propia colección de obras modernas exclusivamente estadounidenses. Dos años más tarde, abrió su museo en la calle 8, en Greenwitch Village, en un gran edificio que abarcaba tres manzanas, una reforma que fue obra del arquitecto Noel L. Miller.

La evolución del museo

Hasta 2014, el museo estuvo situado en la avenida Madison, en elUpper East Side. 2015 marcó un importante punto de inflexión con su traslado al Meatpacking District, entre el famoso High Line y elrío Hudson. Esta nueva ubicación estratégica ha permitido al museo reinventarse sin dejar de ser fiel a su misión original: iluminar el talento estadounidense menos reconocido.

A lo largo de las décadas, el Whitney se ha forjado una reputación de pionero en el mundo del arte. Fue el primer museo en exponer a un artista especializado en videoarte, Nam June Paik, en 1982. La institución se ha distinguido por organizar las primeras retrospectivas de artistas hoy consagrados como Jasper Johns, Cy Twombly y Cindy Sherman. En la actualidad, su colección ha crecido considerablemente hasta superar las 25.000 obras norteamericanas de los siglos XX y XXI, creadas por unos 3.000 artistas «vivos».

Arquitectura y organización del edificio

La arquitectura del Whitney Museum es una obra de arte en sí misma. Diseñado por el famoso arquitecto Renzo Piano, el edificio se caracteriza por su atrevido diseño y sus líneas decididamente contemporáneas. Su silueta asimétrica y sus amplias terrazas exteriores lo convierten en un hito visual en el paisaje urbano de Nueva York.

El museo se distribuye en 8 plantas, cada una con una función específica. En la planta baja (Planta 1), los visitantes son recibidos en un amplio espacio que incluye una taquilla, una tienda y un restaurante. En este nivel se encuentra la galería del vestíbulo, a la que se puede acceder gratuitamente sin billete: una gran oportunidad para familiarizarse con el espíritu del lugar.

La tercera planta alberga el Centro de Educación, un espacio polivalente que incluye un teatro para eventos, conferencias y espectáculos. Una biblioteca y salas de lectura completan este espacio dedicado a aprender y compartir conocimientos.

Las plantas 5 a 8 constituyen el corazón del museo, con sus galerías de exposiciones organizadas cronológicamente. Las salas son notablemente espaciosas y luminosas, diseñadas para mostrar obras en ocasiones monumentales. Cada nivel tiene su propia terraza que ofrece diferentes vistas de la ciudad.

Lo más destacado de este recorrido vertical es sin duda la azotea, la verdadera joya arquitectónica del museo. Esta azotea ofrece no sólo un restaurante con mesas al aire libre, sino sobre todo una excepcional vista panorámica de Manhattan.

Las terrazas: un activo arquitectónico único

Las terrazas del Whitney no son simples espacios al aire libre, sino una parte integral de la experiencia del museo. Proporcionan un respiro visual entre las salas de exposición y permiten a los visitantes apreciar el contexto urbano del museo. En las terrazas se han dispuesto coloridos asientos que invitan a los visitantes a tomarse un descanso contemplativo y contemplar la ciudad.

Desde lo alto de estas terrazas, la panorámica se extiende sobre el Meatpacking District, el High Line y elrío Hudson, y a lo lejos pueden verse monumentos emblemáticos como el Empire State Building y el One World Trade Center. La terraza del último piso, a la que se puede acceder incluso sin comer en el restaurante, ofrece sin duda uno de los miradores más originales y menos conocidos de Nueva York.

Whitney Museum New York
Credit Photo incognito7nyc via Flickr
Whitney Museum de Nueva York, crédito incognito7nyc

Colecciones y exposiciones

La riqueza artística del Whitney Museum reside en su excepcional colección de arte contemporáneo estadounidense. Con más de 25.000 obras, es evidente que el museo no puede presentarlo todo a la vez. Por ello, las exposiciones se renuevan periódicamente, ofreciendo a los visitantes habituales una experiencia siempre cambiante.

Las galerías de exposición permanente, situadas en las plantas 1ª y 2ª, presentan una selección de obras emblemáticas. Las plantas superiores están organizadas según una cronología precisa:

  • 8ª planta: periodo 1910-1940
  • 7ª planta: periodo 1925-1960
  • 6ª planta: periodo 1950-1975
  • 5ª planta: 1965 hasta la actualidad

Para una visita coherente, muchos visitantes optan por comenzar en la parte superior del edificio e ir descendiendo, siguiendo el hilo de la historia del arte estadounidense desde principios del siglo XX hasta nuestros días.

La gama de medios representados es impresionante: pinturas, esculturas, grabados, películas, fotografías, videoinstalaciones y mucho más. Los estilos varían considerablemente, ya que algunas obras son puramente estéticas mientras que otras llevan un mensaje político o social más comprometido.

Entre los artistas expuestos se encuentran nombres famosos como Andy Warhol y Edward Hopper, algunas de cuyas obras se han convertido en emblemas del arte estadounidense. Pero uno de los puntos fuertes del Whitney es presentar a artistas menos conocidos o emergentes junto a estos gigantes, en consonancia con su misión original.

Exposiciones temporales: un programa dinámico

Las exposiciones temporales del Whitney son testimonio de su compromiso permanente con el arte contemporáneo. El programa cambia en función de las tendencias y los temas explorados, reflejando la vitalidad de la escena artística estadounidense.

El museo es conocido por su postura vanguardista y su voluntad de mostrar obras que a veces pueden escandalizar al público. Esta orientación tan contemporánea es lo que hace que el museo sea tan singular, aunque puede que no atraiga a todos los visitantes, sobre todo a los que prefieren un arte más clásico.

Para mantenerse al día sobre las exposiciones actuales y futuras, visite la página web oficial del museo (www.whitney.org) antes de su visita.

Whitney Museum New York,
Credit Photo Chris Beckett via Flickr
Whitney Museum de Nueva York, crédito Chris Beckett

La experiencia de la visita

Visitar elWhitney Museum es mucho más que un simple recorrido artístico. Es una experiencia holística que involucra todos los sentidos y que puede ocupar medio día entero.

Lo ideal es comenzar la visita por las plantas superiores para seguir el desarrollo cronológico del arte estadounidense. Las amplias salas le permitirán alejarse de las obras, en ocasiones monumentales. La cuidada acústica del edificio crea una atmósfera propicia para la contemplación, a pesar del ajetreado horario del museo.

No dude en hacer una pausa en las distintas terrazas para airear la vista y la mente entre dos salas de exposición. Estos impresionantes momentos con vistas a Manhattan son parte integrante del concepto arquitectónico y añaden un plus considerable a la experiencia.

Los viernes por la noche, aproveche la apertura ampliada hasta las 22:00 para disfrutar de una experiencia especial: contemple la puesta de sol desde las terrazas del museo y admire después las luces de la ciudad mientras se encienden poco a poco. Este ambiente nocturno añade una nueva dimensión a su visita.

Para disfrutar de la experiencia completa, dedique unas 2 horas a su visita, pero puede dedicarle el tiempo que desee. Si se siente cansado, los restaurantes del museo le ofrecen la posibilidad de hacer una pausa gastronómica mientras disfruta de un entorno excepcional.

Whitney Museum New York
Credit Photo Matt Walter via Flickr
Whitney Museum de Nueva York, crédito Matt Walter

Una experiencia gastronómica desde las alturas

Las opciones gastronómicas del Whitney no son sólo un servicio secundario, sino que forman parte de la experiencia global. El restaurante de la planta baja ofrece una cocina de calidad en un entorno contemporáneo en perfecta armonía con el espíritu del lugar.

Pero es sin duda el restaurante de la azotea el que ofrece la experiencia más memorable. Cenar en la terraza con una vista panorámica de Nueva York transforma una simple comida en un momento excepcional. Incluso sin haber reservado mesa en el restaurante, puede acceder a la terraza y disfrutar de las vistas con sólo tomar una copa.

Esta dimensión gastronómica, combinada con la arquitectura y las colecciones de arte, hacen del Whitney un lugar de cultura total, donde el arte dialoga con la ciudad, la gastronomía y el diseño en una experiencia perfectamente integrada.

Información práctica

Aquí tiene toda la información esencial que necesita para planificar su visita al Whitney Museum:

Horarios y precios

El museo está abierto

  • Lunes, miércoles, jueves, sábado y domingo: de 10.30 a 18.00 horas
  • Viernes: de 10.30 a 22.00 (horario nocturno)
  • Cerrado los martes

Precios de entrada :

  • Adultos: entre 27 y 31 euros (unos 30 dólares)
  • Niños (0-18 años): gratis
  • Personas mayores y con movilidad reducida: 24 $

Para aprovechar al máximo su visita, le aconsejamos encarecidamente que reserve con antelación. Así evitará las colas, que son especialmente largas durante la temporada alta turística.

Buenas ofertas

Hay una serie de consejos para ahorrar dinero:

  • La galería del vestíbulo, en la planta baja, es accesible gratuitamente, sin entrada. Es una excelente introducción al museo.
  • Todos los viernes de 19:00 a 22:00, la entrada es gratuita («Pague lo que quiera»). Atención: las entradas para esta opción son limitadas y se recomienda encarecidamente reservar con antelación.
  • Combine su visita con un paseo por el High Line, que comienza casi a los pies del museo, para disfrutar de un día de arte y arquitectura sin coste adicional.

Ubicación y acceso

ElWhitney Museum está convenientemente situado en el 99 de Gansevoort Street, Nueva York, NY 10014, en el vibrante Meatpacking District.

Hay varias opciones para llegar en metro: Líneas 1, 2, 3: bájese en la calle 14. Una vez allí, el museo es fácil de localizar gracias a su característica arquitectura.

Su posición estratégica en la entrada sur del High Line y cerca del Chelsea Market le permitirá combinar varias visitas a esta atractiva zona de Manhattan.

Varias líneas de autobús paran cerca del museo (la M14A, la M11, la M7 o la M12).

Si viaja en coche, puede aparcar en Apple Parking, donde una visita al museo le da derecho a un descuento de 10 dólares.

ElWhitney Museum of American Art es una refrescante alternativa al clásico circuito turístico neoyorquino. Si es su primer viaje a la ciudad, quizá prefiera visitar primero los museos emblemáticos como el MET o el MoMA. Pero en una segunda visita, o si busca salirse de los caminos trillados, el Whitney es una visita obligada.

Lo que hace que este museo sea tan único es la mezcla perfecta de una colección de arte contemporáneo estadounidense de primera categoría, una atrevida arquitectura de Renzo Piano y una experiencia integral que incluye una exquisita gastronomía y unas vistas panorámicas excepcionales.

El Whitney es más que un museo: es un lugar vibrante donde el arte interactúa con la ciudad, donde las terrazas proporcionan un respiro visual entre las salas de exposición, y donde cada visita ofrece nuevos descubrimientos gracias a la renovación periódica de las colecciones expuestas.

Con su ubicación ideal a los pies del High Line y cerca del mercado de Chelsea, encaja perfectamente en un itinerario que explore el lado oeste de Manhattan. Tanto si es un avezado amante del arte como un simple curioso, el Whitney Museum le ofrece una experiencia memorable que es a la vez culturalmente enriquecedora y visualmente espectacular.

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